Autoconocimiento, el viaje hacia tu verdadero interior

Rocío Moreno

El autoconocimiento puede ser la clave para sanar heridas emocionales profundas y construir una autoestima sólida. Puede ayudarte a entender tus emociones, identificar tus necesidades y vivir una vida en sintonía contigo misma. Vamos a explorar herramientas y estrategias para profundizar en él. 

Vivimos en un mundo que nos bombardea constantemente con mensajes de lo que deberíamos ser, hacer o tener para alcanzar la felicidad. A menudo, este ruido externo nos desconecta de nuestra esencia, haciéndonos olvidar quiénes somos realmente. El autoconocimiento es un faro en medio de esa tormenta: una herramienta poderosa que nos permite regresar a nuestro centro, comprender nuestros deseos o necesidades más profundas y vivir sin ese miedico al qué dirán de nosotras.

 

Insisto en una cosa: el autoconocimiento no es solo un término de moda en el mundo del desarrollo personal. Para mí es lo más esencial para sanar y encontrar un sentido de paz interior. Para muchas mujeres, especialmente aquellas que han (hemos) atravesado experiencias traumáticas, el autoconocimiento se convierte casi literalmente en un salvavidas, porque nos permite entender nuestras reacciones y cómo estas hunden sus patitas en nuestros miedos, lo que genera patrones de comportamiento. 

 

Es decir: es más que una simple introspección; es un proceso continuo de explorar tus emociones, tus pensamientos y tus comportamientos. Y es por esto mismo que te brinda la capacidad de reconocer patrones que pueden estar limitando tu crecimiento. Así que, como regalazo 🎁, te ofrece la oportunidad de cambiar conscientemente esos patrones para alcanzar tu verdadero potencial (esto es muy power, ¡porque con lo que reconectas es con dones o habilidades que SIEMPRE fueron tuyos!).

¿qué es el autoconocimiento (y por qué es tan importante?

Generalmente se conoce como la habilidad de comprendernos a nosotras mismas de manera profunda y honesta. Y ojo que cuando digo esto no me refiero sólo a que sepas cuáles son tus gustos o preferencias. Es una forma de mirar hacia adentro con honestidad y compasión. ¿Por qué te digo esto? Porque gracias a esa mirada vas a poder reconocer tanto tus fortalezas (algo muy guay) como tus áreas de mejora e incluso tus áreas más oscuras (que sí que da un poquito más de miedo 😨). Al final es ir un puntito más allá y ser capaz de identificar tus fortalezas, debilidades, valores y creencias.

 

Este proceso te permite algo tan necesario y tan top como entender (comprender más bien) tu manera de experimentar emocionalmente lo que te pasa y, por lo tanto, tus comportamientos. O sea: lo que te hace saltar, lo que te saca de quicio. Y al poderlos reconocer con mucha más rapidez (como si fueras una ninja a su “caza”), te das cuenta de cómo afectan a tu vida diaria. Cómo se cuelan en tus relaciones con los demás. Pero también a cómo te relacionas contigo misma. Y esa, my friend, es la clave de todo autoconocimiento.

 

Para las mujeres que hemos podido sufrir alguna experiencia cargada con trauma (créeme que la mayoría de los seres humanos tenemos algún tipo de trauma grabado en nuestro cuerpo) o relaciones tóxicas, el autoconocimiento nos ofrece una oportunidad para reconstruir nuestra identidad. Porque sí: por muy duro que resulte leerlo, esto hace que estemos construidas desde “afuera” y no desde lo que somos realmente a nivel interno. Al comprender por qué reaccionas de cierta manera o por qué te sientes atrapada en ciertos patrones, entonces (y sólo entonces) puedes comenzar a tomar decisiones más conscientes y empoderadas.

 

Así que el autoconocimiento implica ser consciente de tus emociones “en tiempo real”, sin juzgarlas, simplemente observándolas (lo sé… parece abrumador 😅). Esto te ayuda en algo que trabajo mucho en sesiones y que es MUY IMPORTANTE ir integrando: a no ser una polvorilla y a “saltar” con tus estrategias de siempre ante situaciones difíciles. Sino a actuar de manera más reflexiva y alineada con la mujer madura y adulta que también habita en ti. Es un compromiso con tu verdad personal, sol. Y ya te aseguro yo que eso te lleva a sentir que algo dentro de ti se está transformando y a sentir que tu vida empieza a ser más satisfactoria y plena.

 

 

Las heridas del pasado, ya sean por traumas, relaciones tóxicas o experiencias dolorosas, pueden dejar cicatrices en nuestra psique y nuestro cuerpo. Sin embargo, cuando nos tomamos el tiempo para explorarlas, empezamos a reconocer su influencia en nuestras vidas y podemos tomar medidas para curarlas.

EL VIAJE INTERIOR: PASOS PARA INICIAR TU CAMINO DE AUTOCONOCIMIENTO

Nadie puede negarte (y obviamente yo soy la primera que lo defiende) que el autoconocimiento es fundamental para tu bienestar emocional. Cuando te conoces a ti misma, puedes tomar decisiones más conscientes y alineadas con tus deseos y valores. Esto no sólo reduce el estrés (a veces silencioso e inconsciente) y esos momentos de ansiedad, sino que también mejora tus relaciones interpersonales. ¿Por qué? Elemental querida mía: porque desde ese mismo instante ya eres capaz de comunicar tus necesidades de manera clara y efectiva.

Por otra parte también te invita a sacar a relucir una capacidad bastante olvidada en el siglo XXI: la de manejar mejor nuestras emociones. Y ojo que he puesto MANEJAR y no  CONTROLAR, porque te hago el gran spoiler del artículo: las emociones no se pueden controlar. Las puedes quizás reprimir, pero eso generará una sobrecarga en tu cuerpo (carga somática o carga alostática) y, además, repercutirá en tu sistema nervioso negativamente, tendiendo a no cerrar un círculo de entrada y salida de esa emoción y generando dentro de ti un estrés silencioso. Dicho esto: al comprender qué te provoca ciertas reacciones (que se conocen como “disparadores” o “triggers” en inglés), puedes desarrollar estrategias para gestionarlas de manera más saludable. Esto es especialmente importante en situaciones de conflicto o estrés, donde una reacción impulsiva puede llevar a consecuencias negativas.

 

Pero vayamos un poco más adentro… A esos miedos, dolores o resistencias que solemos tener en común. Yo te voy a enumerar las tres principales que me tuve que trabajar y ya me dices si las sientes familiares. ¿Te parece? ¡Vamos con ellas!

1/ Sentimiento de Insuficiencia: Levanto la mano con honestidad para decirte que durante muchos años me sentí insuficiente, como si nunca llegase a lo mínimo aceptable o buena para ser amada o respetada. Sobre todo en el ámbito de mi familia más cercana. Yo lo disfracé con el disfraz socialmente súper aceptado de mujer autosuficiente y curranta que sabía lo que quería en todo momento y que se sacaba las castañas del fuego ella solita. Pues bien: este sentimiento a menudo proviene de experiencias pasadas donde tus necesidades no fueron valoradas o tus límites no fueron respetados. En mi caso, fueron ambas cosas.

2/ Miedo al Abandono: Después de haber pasado por relaciones tóxicas (y no sólo me refiero a pareja, sino también en el seno de mi familia, con amistades, etc.) el miedo al abandono se conviertió en un compañero constante. Claramente, esto no es consciente. Pero de algún modo descubrí que este miedo me llevaba a comportamientos de autosabotaje (no quería brillar, no deseaba “destacar” y si lo hacía ya venía alguien a tirara a matar…) o a quedarme en relaciones no saludables por temor a estar sola. No mi yo adulta: sino la pequeña Rocío que vive conmigo y que hasta entonces nadie había sabido acompañar y cuidar.

3/ Falta de Autoconfianza: Mi autoconfianza se vio muy (muy, muy, muy) erosionada. Cuando se ha estado en entornos donde se cuestiona constantemente el valor propio, la duda de tu valor se cuela a nivel inconsciente. La desvalorización puede darse de maneras evidentes (insultos, amenazas), pero también de maneras menos “evidentes”, como los comportamientos pasivo agresivos que “minan” a quien los recibe. La falta de autoconfianza puede afectar las decisiones diarias y hacer que una se sienta incapaz de tomar control de su vida.

CÓMO PROFUNDIZAR EN EL AUTOCONOCIMIENTO

Existen un montón de herramientas y prácticas que pueden ayudarte a desarrollar un mayor autoconocimiento. Pero yo quiero dejarte algunas que creo que podrían ser fáciles de poner en práctica de inicio. ¡A ver qué te parecen!:

 

  • La Reflexión Personal 🧐: Dedica un tiempo a diario a reflexionar sobre tus pensamientos y emociones. Te sorprendería saber que esta es una herramienta que utilizan algunos grandes empresarios. Para que te resulte bien sencillico llevarlo a cabo, puedes empezar llevando un diario donde puedas anotar tus experiencias. Escribe lo que sientes, lo que te preocupa y lo que te hace feliz. Pregúntate a ti misma qué es lo que realmente quieres y qué necesitas dejar atrás. Esto te ayudará a identificar patrones en tu comportamiento y a comprender mejor tus reacciones emocionales.
  • Identificación de Patrones: Obsérvate a partir de ahora con más atención. ¿Qué situaciones te desencadenan respuestas emocionales intensas? ¿Cuáles son tus mecanismos de defensa habituales? Al identificar estos patrones, puedes comenzar a comprender cómo tus experiencias pasadas están moldeando tu presente.
  • La Meditación y el Mindfulness 🧘🏻‍♀️: Siéntate y respira. Es algo sencillo, ¿verdad? Pues nos cuesta toda una vida. Déjame que te cuente que practicar la meditación te ayuda a estar presente en el momento, observando tus pensamientos sin juzgarlos. Esta práctica de observación, si la mantienes en el tiempo, te permite identificar tus emociones antes de que se conviertan en reacciones automáticas, dándote el espacio para elegir cómo responder. Esto tiene mucho que ver con tu sistema nervioso y con la seguridad que tu cuerpo y tu sistema nervioso perciba con lo que te sucede y experimentas. La meditación ayuda a calmar la mente y a crear un espacio seguro para la autoexploración.
  • Feedback de Otrxs 👥: A veces, (bueno, realmente es casi siempre) las personas a nuestro alrededor pueden ver aspectos de nosotras mismas que nosotras no notamos. Y aunque sé que puede ser un varapalo para tu Ego, déjame decirte que tener el valor de hacer esto habla de tu madurez emocional. Solicitar feedback a tus personas de confianza puede proporcionarte una perspectiva valiosa sobre tu comportamiento y cómo este afecta a los demás.
  • Terapia y Coaching: Un terapeuta o coach transpersonal puede ayudarte a explorar tus pensamientos y emociones de manera más profunda, guiándote en el proceso de autodescubrimiento y brindándote herramientas para el crecimiento personal a un ritmo quizás más rápido del que lo harías por ti misma. Además, te brinda un espacio seguro donde poder “ser tú misma” y expresarte sin juicios ni críticas. Mira el ejemplo de cómo lo hago yo en Mujer Raíz.

LOS BENEFICIOS DEL AUTOCONOCIMIENTO

El autoconocimiento tiene taaaaaaaaaaaaantos beneficios… Y además se extienden a taaaaaaaaaaaaantas áreas de tu vida… Tanto a nivel personal como en tus relaciones. ¡Y eso es BIEN, querida! Al conocerte mejor, te vuelves más segura de ti misma, lo que te permite tomar decisiones alineadas con tus valores, pero también con tus deseos y con lo que quieres conseguir en la vida. O sea: aprendes a priorizarte.

 

El autoconocimiento en las relaciones

Por profundizar más: en el ámbito de las relaciones, el autoconocimiento te ayuda a establecer límites saludables, a comunicar tus necesidades de manera clara (hey, y respetuosa) y a entender mejor a los demás. ¡En serio! Resulta que cuando conoces y aceptas tus propias vulnerabilidades, eres más empática y compasiva con los demás, lo que fortalece nuestras relaciones. Podemos evitar así proyectar nuestras inseguridades o miedos en los demás. Las relaciones se vuelven más sanas y equilibradas cuando cada persona se siente segura y comprendida. Esto fortalece nuestras relaciones y reduce los malentendidos y conflictos. ¿No es una maravilla 😍?

Ejemplo práctico: Piensa en una situación reciente en la que te sentiste frustrada o molesta con alguien. ¿Qué parte de esa emoción podría haber venido de una experiencia pasada no resuelta? Reflexiona sobre cómo podrías haber manejado esa situación desde un lugar de comprensión y no de reacción.

 

El rol de la Niña Interior en el autoconocimiento

Una parte fundamental del autoconocimiento es reconectar con nuestra niña interior. Esta es la parte de nosotras que guarda nuestras primeras experiencias, emociones y recuerdos. A menudo, nuestras heridas emocionales se originan en la infancia y permanecen con nosotras en forma de creencias limitantes o patrones de comportamiento que ya no nos sirven.

Al trabajar con la niña interior, podemos sanar viejas heridas, recuperar nuestra inocencia y alegría natural, y aprender a ser más compasivas con nosotras mismas. Esto implica reconocer y validar las emociones de esa niña interior y, paralelamente, ofrecerle el amor y la seguridad que puede haber faltado en el pasado.

Si este artículo ha resonado contigo, sol, te invito a dos cosas 😊:

1/ Escuchar este capítulo de Introvisionarias donde me explayo un poco más en lo que el poder del autoconocimiento tiene para ti. Algo más de 10 minutos de audio que (no es porque sean míos) pero es canelita en rama.

2/ Seguir explorando tu autoconocimiento, si te apetece, a través de mis sesiones de acompañamiento 1:1 de Mujer Raíz. En ellas profundizaremos en esto que he comentado, en estas prácticas y más. Juntas podemos trabajar en sanar heridas, construir una autoestima sólida y vivir de manera auténtica y plena. Y eso, una vez que lo experimentas, es de lo mejor que te puedes regalar, sol. 


Te abrazo con todo el cariño 💜 ,

Rocío

 El autoconocimiento no es un destino, sino un camino continuo de aprendizaje y crecimiento. A medida que te conoces mejor, te abres a nuevas posibilidades y transformaciones. No te preocupes si en algún momento sientes que retrocedes; cada paso en este viaje es valioso y te lleva más cerca de tu verdadera esencia.

Recuerda ser compasiva contigo misma. La vida no siempre es lineal y es normal encontrar desafíos en el camino. Lo importante es que sigas adelante, confiando en que cada reflexión y cada experiencia te están ayudando a construir una versión más auténtica y plena de ti.

Rocío Moreno

Y soy La Introvisionaria.

Rebelde, creativa, muy amante del silencio y del detalle. Bebedora de te Chai con cúrcuma y devoradora de libros empedernida. ¡Ahm!… Y me automedico: escribo.

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